Los estilos de peinados en África
El peinado en África viene determinado por el cabello extremadamente rizado que posee su población. No es un pelo fácil de dominar y se puede ver desde el rapado total hasta el pelo largo, suelto, con trenzas, con rastas o “a lo afro”.
Muchas tribus consideran que el alma se encuentra en lo más alto de la persona, es decir, en la cabeza, así que el cabello es lo que está más cerca del cielo, de Dios. Por eso, durante la “época impura” de la menstruación las mujeres tienen que taparse el pelo con un pañuelo.
En África se da mucha importancia al cuidado del cabello. En cualquier población, por pequeña que sea, hay peluquerías. Algunas en plena calle con tan solo un espejo colgando de un árbol y otras con sus paredes llenas de coloridos dibujos mostrando los distintos peinados y cortes.
El pelo rapado en África
En la época de la esclavitud a las mujeres africanas se les afeitaba el pelo por razones de higiene. Después, lo pudieron dejar crecer, pero en algunas etnias de África se ha mantenido el rapado y es el estilismo más utilizado.
En Camerún, las Jidi llevan el cabello rasurado en su totalidad. En el mercado de Tourou se puede ver a las “mujeres calabaza”, llamadas así porque cubren su cabeza con una calabaza pirograbada. La utilizan porque, al no tener pelo y pasar muchas horas expuestas a un sol abrasador, tienen que protegerse. El diseño de las calabazas indica el estatus social de cada una de esas mujeres.
En Benín, la población Somba también exhibe una cabeza casi completamente afeitada sin adornos. Esta etnia, con tradiciones muy arraigadas, no utiliza peinados vistosos.
Las mujeres Masai de Tanzania y Kenia se afeitan la cabeza porque no tienen tiempo para atender su cabello al estar entregadas al cuidado del hogar, el campo, la comida y el ganado. Los hombres Masai se rapan la cabeza en ocasiones especiales como el momento de la circuncisión.
En Etiopía, hombres y mujeres Karo se cortan casi por completo el pelo. A veces lo cubren con barro a modo de casco y suelen adornarse la cabeza con diademas de cuentas, elementos vegetales como mazorcas o un casquete con plumas.
El pelo largo en África
Los hombres Masai llevan el pelo largo para asemejarse a la cabellera del león, símbolo de fuerza y protección. Esto se considera el sumun de la belleza masculina. Los Masai dedican muchas horas al cuidado de su cabello, lo tiñen de color rojo y utilizan excrementos de animal para endurecerlo.
Los Himba de Namibia llevan peinados cargados de simbolismo y rituales que van cambiando en cada etapa de su vida. Cuando las mujeres Himba son pequeñas se peinan con dos trenzas que dividen su cabeza. Al convertirse en mujeres y buscar marido se hacen un tocado usando pieles curtidas. Algunas lucen en su cabello una concha de mar, el ohumba, muy valioso para ellas Las mujeres Himba se untan el cabello y la piel con ocre, hierbas y manteca para protegerse del sol y así lucen su característico color rojo.
Cuando los hombres Himba contraen matrimonio se colocan un gorro de cuero, el ondumb, que debe quedarse pegado para siempre en la cabeza del esposo. Si se deshace el peinado sería “mala suerte” para la pareja. Los Himba también lucen un curioso peinado que consiste en un rapado lateral y en la franja central crean una especie de cuerno hacia atrás.
Las mujeres Fulani de África Occidental más tradicionales se hacen un moño en lo alto de la cabeza. Este puede ser más o menos alargado mientras el resto del pelo va recogido, dejando unas largas trencitas en la parte delantera. Celebrities como Kim Kardashian o Lupita Nyong’o, han imitado este peinado.
Las trenzas en Africa
Las trenzas en África indican la edad, el estado civil, la religión, la etnia o el parentesco de la persona que las lleva. En algunas tribus el trenzado simboliza la hermandad entre sus miembros y su diseño va pasando de generación a generación.
A diferencia de Occidente, donde se lleva una o dos trenzas flojas, en África se hacen muchas trencitas, finas, apretadas y su patrón varía en complejidad y frecuencia. Los patrones más antiguos tienen mayor variedad de diseños geométricos.
El uso de las trenzas se remonta al año 3.500 a. de C. Hacia 1950 se descubrió una pintura rupestre que mostraba a una mujer alimentando a un niño con el característico peinado trenzado.
Durante la esclavitud rasuraban el cabello de las mujeres por completo, pero cuando les crecía de nuevo, lo cuidaban con grasa de tocino o mantequilla y muchas se volvieron a hacer las trenzas para recuperar su identidad.
En los años 70 del siglo XX las trenzas alcanzaron mucha popularidad en Estados Unidos así como en algunos países del Caribe donde se empezó a llevar una melena larga repleta de trencitas.
Las mujeres etíopes de la etnia Hamer así como las Himba de Namibia lucen todo el cabello con minúsculas trencitas a modo de casco. Las Himba, además las cubren con una mezcla de barro y hierbas para protegerlas del sol.
En Kenia, a pesar de que la televisión muestra personajes influyentes con largas melenas lisas, los trenzados siguen siendo el estilismo más utilizado ya que requieren menos cuidado y son más duraderos.
Otra modalidad de peinado que se puede ver en Mali o Burkina Faso son las trenzas repartidas por toda la cabeza que se recogen en semicírculos. Estos peinados, complicados y variados, se asemejan a puntillas.
En algunos lugares se adornan las trencitas con cuentas y abalorios de colores. Antiguamente, esto era un signo de ostentación y riqueza.
Una alternativa al peinado: las pelucas
No es raro que las africanas tengan varias pelucas para cambiar de peinado. A pesar del calor que proporcionan, les gusta llevarlas porque es un signo de buena posición económica.
Las senegalesas más in presumen de tener unas cuatro pelucas de media. Así, pueden cambiar a pelo corto o largo, a rubio o moreno, según les apetezca. Las mejores pelucas pueden costar unos 300 €, un precio muy alto para África. Debido a la gran cantidad de mujeres africanas que viven actualmente en España, han proliferado las tiendas de pelucas y extensiones para satisfacer sus necesidades.
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