Leyendas sobre el pelo
Desde siempre hemos oído infinidad de leyendas sobre pelo que no se basan más que en la tradición y sin una base científica.
Leyendas sobre el pelo – Si tu padre es calvo tú serás calvo
De las leyendas sobre el pelo esta es una de las más extendidas. Es verdad que la alopecia androgenética es de origen hereditario, pero contrariamente a lo que se dice no es el padre el que impone esta herencia, sino que se hereda por vía materna. Es más el patrón hereditario de la alopecia normalmente se salta una generación, así nos deberíamos fijar más en si el abuelo por parte materna tenía o no pelo.
Leyendas sobre el pelo – cortar el pelo a menudo lo fortalece y evita la alopecia
Cuando cortamos el pelo no es que lo estemos fortaleciendo, estamos saneándolo ya que son las puntas las que más tiempo de vida tienen y se van haciendo más delgadas y muchas veces se han quebrado. Al cortar el pelo estamos quitando la parte externa que está más deteriorada, mientras que mantenemos las zonas nuevas que son más gruesas y sanas. Pero no ocurre como con las plantas que cortamos unas ramas para dar más vigor a las restantes, no estamos quitando unos pelos para que el resto crezca más y mejor y lamentablemente tampoco tendremos mayor número de pelos.
Leyendas sobre el pelo – los gorros provocan alopecia
Esta leyenda sobre el pelo se remonta a la primera guerra mundial, cuando muchos de los soldados que regresaban del frente volvían calvos o con mucho menos pelo del que tenían antes. Lo cierto es que el motivo al que se puede achacar este hecho es principalmente el estrés. Los gorros y sombreros depende como se usen pueden ser muy beneficiosos ya que protegen al pelo de las inclemencias del tiempo como el sol y el aire que pueden dañar el cabello, así como por ejemplo del cloro de la piscina y del sal del mar. Por supuesto llevar todo el tiempo gorros tampoco es bueno, cuando se suda con ellos y se produce rozamiento con el cuero cabelludo puede provocar irritación y la pérdida de algún cabello.
Leyendas sobre el pelo – Practicar sexo hace que se caiga el pelo.
Esto es totalmente falso. El mito procede de las razones que daban los religiosos (en especial los católicos) en contra de la masturbación ya que como sabemos, para estos el sexo es únicamente una herramienta de procreación y nunca de disfrute. Por extensión se fue aplicando no solamente a la masturbación sino a las relaciones de pareja y para completar la falacia se intentó dar una explicación científica, que es la siguiente: Al practicar sexo hay una mayor producción de testosterona que es la hormona que al transformarse en dihidrotestosterona o DHT provoca la caída del cabello en la alopecia androgenética. Esto dicho así puede parecer cierto, pero lo que no se dice es que para que la testosterona se transforme en DHT es necesaria la presencia de la enzima 5-alfa-reductasa y esto ocurre solo en los folículos programados genéticamente para contenerla. Y lo que tampoco se dice es que con una mínima cantidad de testosterona la enzima 5-alfa-reductasa provocará la aceleración de los ciclos del pelo, llevando a los folículos a una desaparición prematura, es decir que la alopecia no depende en absoluto de la cantidad de testosterona.
Leyendas sobre el pelo – El pelo sigue creciendo después de la muerte
Se calcula que las células cutáneas pueden vivir unas 12 horas más después de que se pare el corazón, pero esto sería inapreciable si lo trasladamos al crecimiento del pelo. Lo que ocurre realmente es que los tejidos se van resecando y el pelo de cuero cabelludo y la barba que podría estar rapado empieza a asomarse debido a la retracción que se produce de la piel. No es que el pelo crezca, es que la piel se retrae. Otro tanto sucede con la uñas que parece que hubiesen crecido cuando en realidad se han retraído las yemas de los dedos.
Leyendas sobre el pelo – Cosas que sí que son ciertas
- El alcohol y el tabaco.- Perjudican seriamente la circulación sanguínea y afectan no solamente al aspecto del pelo si no al número de cabellos ya que propician que se caigan más de lo normal.
- El estrés.- El estrés provoca disfunciones en el sistema autoinmune que puede llegar a atacar a los folículos pilosos. En la alopecia areata se piensa que es el factor fundamental para su desencadenamiento, si bien es verdad que se trata normalmente de un tipo de alopecia pasajera.
- Los cambios hormonales.- Sobre todo en las mujeres los cambios hormonales pueden favorecer una caída del cabello. Hay tres situaciones puntuales en las que en mayor medida sucede esto:
- El parto y la lactancia.- No siempre pasa pero es normal que haya una caída más abundante del cabello tras el parto.
- La menopausia.- A parte de precipitarse la alopecia androgenética hay en algunas mujeres donde se manifiesta la alopecia frontal fibrosante que se caracteriza por la retirada progresiva de la línea de pelo de la frente, siendo sustituida por tejido cicatricial.
- Los anticonceptivos orales.- Que tienen como misión detener la ovulación incorporando estrógenos y progesterona tienen efectos dispares sobre las mujeres y en algunas con predisposición a la alopecia androgenética les hace perder en mayor o menor medida pelo.