Las patatas fritas del Mc Donald’s no frenan la calvicie

Las patatas fritas del Mc Donald’s no frenan la calvicie. Unos investigadores japoneses han publicado un estudio en el que defienden que las chips ayudan a combatir la alopecia. No deja de ser uno de tantos bulos que circulan por internet, aunque pretendan darle una base científica. La noticia ha incendiado las redes sociales, pero su consumo solo sirve para lavar la conciencia de los adictos al fast-food. ¡Que nadie piense que por atiborrarse de patatas fritas va a dejar de ser calvo!

Las patatas fritas del Mc Donald’s no frenan la calvicie

¿En qué consistió el estudio de los científicos japoneses sobre el aditivo de las patatas fritas?

Científicos de la Universidad de Yokohama analizaron la composición de las patatas fritas del Mc Donald’s y concluyeron que eran buenas para el pelo. Publicaron su estudio en la revista internacional Biomaterials y ha dado la vuelta al mundo.
La investigación prueba que un químico que se encuentra en le fritura de las patatas del Mc Donald’s permite la buena circulación del oxígeno: Se trata de un aditivo llamado dimetilpolisiloxano (PDMS). Con este ingrediente, los científicos consiguieron producir gérmenes del folículo piloso (HFG). Dichos gérmenes son células que ayudan a desarrollar folículos nuevos que podrían injertarse en el cuero cabelludo. El objetivo era estimular el crecimiento in vitro de estos folículos para trasplantarlos a ratones sin vello.
Lo más importante era preparar un medio de cultivo idóneo. Produjeron unos 5.000 HFG de manera simultánea en un chip de microrecipientes de silicona permeables al oxígeno. Los HFGs se encapsularon en un hidrogel y después trasplantaron los folículos a los ratones. No les generaron rechazo y al poco tiempo los roedores desarrollaron folículos pilosos alineados que seguían el ciclo normal de crecimiento del cabello.
El gran avance de esta investigación fue la creación de folículos en masa, casi más que el propio resultado. Hasta entonces, las técnicas de laboratorio habían permitido producir un máximo de 50 folículos a la vez. El secreto para la producción en masa fue la elección del material de sustrato para los recipientes de cultivo.
Los investigadores japoneses son muy optimistas con sus avances y aseguran que podrían reproducir el resultado para la alopecia humana. Sin embargo, no creen que pueda estar listo antes de cinco años.

¿Qué es el dimetilpolisiloxano?

El dimetilpolisiloxano es un aditivo que se utiliza para evitar que el aceite de cocina forme espuma y salpique. En realidad, es un derivado de la silicona permeable al oxígeno. Es transparente y, generalmente, inerte, inocuo y no inflamable. Es más conocido como E-900. Uno de los muchos E que tantos reparos dan a los que comen de forma saludable. Gran cantidad de los productos que ingerimos cuentan con aditivos disfrazados. La industria alimentaria no los considera nocivos porque su dosis de ingesta diaria es admisible por el organismo.
El aceite vegetal, el ácido cítrico y la dimeticona se emplean en las freidoras, aunque en bajas cantidades. Para que la dimeticona sea tóxica en los alimentos debe estar presente en una proporción superior a 10 partes por millón. Mc Donald’s no excede esos límites, por lo que en ese sentido no hay que preocuparse.
El dimetilpolisiloxano también se encuentra en alimentos procesados como zumos, mermeladas, leche en polvo, licores o vinos. Asimismo, se usa en la industria cosmética, champús y bálsamos o para elaborar estucos, adhesivos y selladores. Antiguamente, la dimeticona era utilizada para rellenar los implantes mamarios.

Las patatas fritas del Mc Donald’s no frenan la calvicie

Por todo esto, podemos concluir que no hay ninguna razón científica para pensar que las patatas fritas del McDonald’s frenan la calvicie. En realidad, el dimetilpolisiloxano no hace que crezca el pelo, solo facilita el aporte de oxígeno para que se produzcan gérmenes de folículos pilosos. Se trata más bien de una correspondencia química.
La dimeticona por sí sola no ayuda a que crezca el cabello. De hecho, no se ha utilizado para estimular el rejuvenecimiento del folículo, sino para crear cientos de vasos en los que podría crecer la “semilla” del folículo piloso.
No es la primera vez que se habla de que un alimento es bueno para el cabello. Como es normal, una buena dieta contribuye a mantenerse en forma y eso incluye también la piel y el pelo. Todos sabemos que las vitaminas A, B, C, los lácteos, las legumbres, la zanahoria, el hierro, el zinc, etc. favorecen un mejor estado del cabello. Pero no hay que creerse todo lo que se difunde por la red. Y menos pensar que un alimento va a frenar la calvicie, sobre todo en casos como la alopecia androgenética.

 

Lo más prudente es evitar los alimentos procesados, grasos y calóricos como las patatas fritas. Además de obesidad, provocan problemas de colesterol y aumentan el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Estos trastornos son más preocupantes que la caída del cabello en sí misma. Si su problema es la calvicie, es mejor que se informe a través de los médicos especialistas. Existen opciones mucho más adecuadas para acabar con la alopecia como el injerto capilar, que tiene el éxito garantizado.