La alopecia areata y sus tratamientos
La Alopecia Areata se caracteriza por presentarse en pequeñas zonas, normalmente círculos más o menos grandes en el cuero cabelludo y en otras partes del cuerpo como la barba y las cejas. En casos severos la alopecia areata puede extenderse a todo el cuero cabelludo e incluso a todo el cuerpo, lo que llamamos alopecia universal. En muchos casos la parte afecta vuelve a repoblarse de pelos, pero también es frecuente que posteriormente se vuelva a producir la caída del pelo de las mismas zonas. Aunque todavía existen algunas dudas, la opinión de los expertos más generalizada es que se trata de una enfermedad autoinmune.
¿Cómo se si tengo alopecia areata?
El diagnóstico deberá realizarlo un dermatólogo o tricólogo que extraerá unos pocos pelos para su observación con el microscopio. Es habitual recurrir a una biopsia (extracción de una pequeña muestra de piel) para su posterior estudio también bajo el microscopio, frecuentemente por un patólogo. Por último el especialista puede recurrir a un análisis de sangre que revelará si existe una enfermedad autoinmune.
Tratamiento de la alopecia areata
El tratamiento para la alopecia areata no suele ser único, sino combinado, para mejorar por un lado las condiciones del área afectada y por otro contrarrestar al sistema inmunológico.
- Corticoides. Destinados a contrarrestar el sistema inmunológico, se pueden aplicar de diferentes maneras.En primer lugar se suele optar por inyectar en las zonas afectadas con un intervalo que puede ir desde las 3 a las 6 semanas. Después de un mes aproximadamente de la última inyección es cuando se empieza a apreciar el crecimiento del pelo. También es muy común optar por aplicar el corticoide de forma tópica pudiendo ser en loción o crema, esta forma de aplicación se suele usar en los niños y aunque es menos agresiva también es menos efectiva. Por último hay veces que se opta por píldoras de corticoides, lo que hará que afecte al sistema inmunológico de una forma más generalizada y tenga mucho mayor número de efectos secundarios.
- Antralina. Este derivado del alquitrán se utiliza en crema de forma tópica, al igual que los corticoides afecta al sistema inmune. Una vez aplicada se deja actuar entre 20 y 60 minutos, posteriormente habrá que lavar muy bien la zona, ya que puede causar irritación.Sus efectos se dejan notar pasados unos 3 meses.
- Minoxidil. La eficacia del minoxidil para la alopecia areata es discutida, su utilización es como complemento de alguno de los dos anteriores. Al tratarse de un vasodilatador mejorará el riego de la zona donde se aplique, de forma que una vez resuelto el problema de fondo que hace que los folículos pilosos estén inhibidos (recordamos que si se trata de una enfermedad autoinmune habrá que evitar que el propio organismo los ataque) optimizará las condiciones para que los pelos vuelvan a crecer. La aplicación del minoxidil (al 5%) se realiza tópicamente dos veces al día y hay estudios que indican que su eficacia aumenta en asociación con el ácido retinoico.
- PUVA. Este tratamiento consiste en la aplicación de “psoralenos”, medicamentos fotosensibles, esto es que necesitan de la luz como catalizador para su funcionamiento. Esta luz necesaria se consigue con la exposición a rayos ultravioleta “UVA”. Tomar el sol también tiene efectos positivos. Al igual que el minoxidil, el PUVA se usa como complemento de otros tratamientos que corrijan el sistema autoinmune.
- Difenciprona (FPD). Este medicamento produce una alergia controlada en la zona tratada, se suele utilizar para los casos severos de alopecia areata.
Posibles causas de la alopecia areata
Parece ser que existen factores hereditarios que pueden propiciar la enfermedad. Aproximadamente un 20% de los pacientes con alopecia areata tiene parientes que la han sufrido. Por otra parte el porcentaje de pacientes con alopecia areata aumenta si consideramos el conjunto de enfermedades autoinmunes como artritis reumatoide, asma, diabetes juvenil, etc. padecidas por sus parientes. Aparte del problema estético que representa, la alopecia areata no impide el desarrollo normal de cualquier actividad. Aunque se ha asociado a episodios de estrés, según cada vez más estudios esto parece no ser cierto.