El pelo y la clase social: ¿ser calvo es de izquierdas o de derechas?

La forma de llevar el pelo y la clase social a la que se pertenecía solían estar muy ligados. ¿Esto sigue siendo así? ¿Podemos llevar el pelo que nos apetezca? ¿Quién dice lo que es pelo correcto o no?

El pelo y la clase social

El pelo y la clase social en la política

Tendemos a clasificar políticamente a las personas entre otras cosas por su pelo. Supuestamente existe un pelo de izquierdas y un pelo de derechas:

  • El pelo de derechas.- Tiene que estar siempre arreglado, impecable, con la cantidad de gomina o laca que requiera en cada caso y a ser posible con tonalidades doradas, para lo cual es conveniente el uso de los tintes.
  • El pelo de izquierdas.- En España tiene que ser de un color oscuro, algo ondulado, digamos que un pelo natural. Su longitud no puede indicar un poder económico y tiene que huir de los alisados que recuerden a una clase social que pueda permitirse el alisado japonés o brasileño.

¿Ser calvo es de izquierdas o de derechas?

La calvicie es un problema universal, no entiende de colores políticos ni de clases sociales. Pero dicho esto, es verdad que tiene un origen genético y pasa que el dinero se hereda igual que la alopecia andrognética.
La teoría del calvo pobre.- Dado que las mujeres con dinero tienen más posibilidades de elegir la pareja que más les guste, optarán en general por hombres guapos con un buen pelo. Lo mismo pasa con los hombres con dinero.
La herencia capilar y material pasará a la siguiente generación que seguirá siendo rica, guapa y con más pelo. Hay que tener en cuenta que la alopecia se suele saltar una generación y es más predominante la vía materna, así que atentos al padre de la madre.
“Cuando la pobreza entra por la puerta el amor salta por la ventana”
Los hombres y mujeres con mal pelo tienen menos opciones de elegir a una pareja guapa y por lo general más adinerada y tenderán a emparejarse entre ellos. Y el pelo y la pobreza serán heredados por los hijos que seguirán siendo menos guapos, más pobres y con poco pelo.
Afortunadamente existen otros factores además de la belleza y la riqueza, pondremos la inteligencia por encima de todo, luego podría estar la felicidad o la alegría y otras virtudes que hacen que una mujer o un hombre sean más atractivos.
Aunque ser de izquierdas o de derechas muchas veces está íntimamente ligado a la posición económica de cada uno, no siempre es así y personas de “medio pelo” son de derechas mientras ilustres adinerados se manifiestan de izquierdas. Al final la mezcla entre mujeres de izquierdas y derechas es inevitable y deseable.
La vida da muchas vueltas y los que un día fueron ricos mañana pueden ser pobres y algunos pobres entran en el Olimpo por meritos propios o ajenos con o sin su calva.

El pelo revolucionario

Con el tiempo ha ido cambiando lo que se consideraba un pelo revolucionario, pero no así su definición, que siempre será el cabello que vaya a contra corriente de las normas de buena urbanidad establecidas:

  • Los Beatles.- Hoy puede parecernos que la media melena de los Beatles es de lo más políticamente correcta, pero en su tiempo fue toda una revolución que los chicos lucieran el cabello algo más largo de lo normal, aunque este estuviera limpio y bien peinado. Para muchos aquel «pelo ye ye» era algo afeminado al mismo tiempo que irreverente.
  • Los punkies.- Fueron la transgresión máxima en la Inglaterra de los 70 y de allí pasaron inmediatamente a otros países de Europa. Todavía es posible encontrar sus pelos de punta desafiando la gravedad en Trafalgar Square aunque son ya pocos los jóvenes y los que conocieron a Sid Vicius tienen ya mucha barriga y poco pelo.
  • Los rastafaris.- Este es un pelo típicamente revolucionario, está asociado a la droga y a la libertad, como lo estaba su máximo exponente, Bob Marley. Mejor no adentrarnos en la comunidad Rastafari que se estableció en Etiopía en los años 70, pues los más provocadores podrían llevarse una desagradable sorpresa.

¿Quién dice lo que se lleva?

En la moda de la ropa son las grandes marcas las que se encargan de cazar lo que se lleva a través de sus “coolhunters” y darle un toque propio con los diseñadores más vanguardistas para luego impulsarla con su poderoso marketing.
La moda del pelo procede normalmente de los guetos de las grandes ciudades como Londres, París o Nueva York, como lo es también la ropa, pero aquí ya no intervienen tanto las grandes firmas comerciales, hasta hace bien pocos años era la música y los músicos lo que más marcaba la tendencia. Los jóvenes se sentían identificados por una determinada tribu urbana que tenía sus ídolos particulares a quien seguir: rockers, mods, nuevos románticos, todos ellos tenían su forma de vestir pero más que nada se diferenciaban por el pelo.
Con la llegada de Internet y las redes sociales son las Influencers las que marcan la pauta (son ellas más que ellos) y hay una lucha más o menos democrática, a base de “me gustas” por marcar tendencias. Cada vez hay menos diferencias en cuanto al pelo y las clases sociales, esto sí que se ha globalizado.