Alopecia Androgenética. La historia de Luke en otros planetas

–  Ya lo tengo, Ya lo tengo, ¡Calvicie androgenética! Despierta Luke, despierta – gritaba Han al mismo tiempo que de un fuerte tirón arrancaba las sábanas de arriba y de abajo, quedando Luke en la misma posición pero con los ojos abiertos como platos en dirección a su amigo.

– No salgo de mi asombro ¿cómo has podido hacer eso?

– Bueno, lo hago muchas veces con las mesas del comedor y nunca he tirado ni una copa y tampoco se podrá decir que una mancha del mantel es mía, es una cuestión de confianza, sin pensarlo tiras del mantel y ¡zas!, todo en su sitio y a por otra

Sobre la mesa del camarote reinaba el desorden, los mapas se amontonaban unos sobre otros, todos rayados, tachados y remarcados, con las reglas, los bolígrafos de colores y los compases por encima. Por la ventana pasó un asteroide dejando un rastro de luz que advirtió de su desintegración en la atmósfera del planeta K0211K.

– Estoy hecho polvo, no hace ni tres horas que he podido esquivar 4 naves “TIE Advance x1” y ¿me despiertas con trucos de circo?

– Luke escucha, Ya se porqué se pasan nuestros hombres al lado oscuro. Sabes que Leia coquetea con muchos de los oficiales…- En ese instante Luke clavó la mirada en Han, mientras su mano derecha trató de alcanzar el mango de la espada láser que guardaba bajo el colchón- ¡Perdón! quise decir que ya sabes que Maia coquetea con muchos de nuestros oficiales – exclamó Han con su sonrisa más irónica.-

– Continúa – Luke había cambiado de idea y ahora prefería atizar a su amigo con la rodilla, por lo que se incorporó y fue tomando la posición que le pareció más adecuada para su propósito.-

– ¿No te has fijado que Maia, que parecía loca por Martín, dejó de mirarle a la cara en cuanto le hicieron la broma del peluquín? ¿Y que pasó con Plutarco? Pues que se fue quedando calvo, perdió el interés y le cambió por Chewbacca. Y ahora esos dos y otros veinte como ellos dirigen sus naves contra nosotros

Luke estaba perplejo, Han tenía razón en eso, todos los hombres que habían desertado y se habían pasado al lado oscuro para luchar contra ellos sufrían de calvicie androgenética. Por un momento se olvidó de darle su merecido a Han, pero de inmediato reaccionó y le colocó un golpe magistral entre las piernas.

– ¡¡¡Que hermosa lección he recibido, para eso están los amigos!!! – Acertó a decir Han casi sin aire.-

Lentamente Luke se dirigió a la ducha, donde se quedo más de media hora observando como se formaban los chorros por los mechones de su frente. Cuando salió Han estaba sentado junto a la mesa y había dispuesto los ejércitos aliados y enemigos alrededor de un tazón dado la vuelta sobre el que una princesa Leia de plástico parecía estar dando un discurso.

– Veo que ya te has repuesto.

– ¡Ah eso…! Era previsible que hicieras lo que hiciste, por eso vine preparado con una buena coquilla. Y ahora escucha atentamente: Leia será nuestra representante en la conferencia de paz del K0211K.

– ¿Estás loco? No podemos exponerla…

– Dejaremos que Leia lea su discurso más empalagoso con su vestido más vaporoso. Como la temperatura de la gran sala es más bien baja, nuestros antiguos oficiales que estarán en la segunda y tercera fila no podrán dejar de admirar los crecientes encantos de nuestra princesa bajo su blusa.

Han dudó un momento si el destello había procedido de la ventana o de la espada de Luke, pero al ver sus ojos rojos se le quitaron las dudas. Le tapó la boca con la mano y prosiguió.

– Detrás de cada oficial suyo colocaremos a una de nuestras guerreras del planeta Sirenia que al comienzo del acto regalarán a los asistentes con algunas de sus canciones en señal de buena voluntad.

– Pero eso sugestionará tanto a nuestros hombres como a los suyos…a no ser que…

– A no ser que hagamos algo para que no oigan sus cantos de sirena. Yo había pensado en el Fary en sus receptores en el momento adecuado.

Han y Luke discutieron los detalles del plan durante toda la mañana. Raptarían a sus antiguos oficiales durante el ágape del final del acto valiéndose de Maia y las demás camareras que sin duda lograrían atraerlos hasta la nave Canguro.

– Contamos con tres cirujanos expertos en trasplante capilar, así que calculo que en unos diez días habremos solucionado sus problemas de calvicie androgenética.

– Pero tienen que pasar seis meses hasta que el pelo crezca de forma apreciable.

– Por eso ha de ser en la nave Canguro, es la única que nos queda capaz de viajar a tal velocidad que pasen 6 meses dentro y solo las dos horas de que dispondremos hasta que termine la conferencia en el K0211K.

De forma inesperada se abrió la puerta de la habitación y entró la madre de Luke que cambió una gran sonrisa por un grito de espanto al ver aquel desbarajuste.

– Parece mentira que con dieciocho años sigáis jugando a los soldaditos. Recogerlo bien todo que nos vamos a celebrarlo. Tu padre ya tiene su trasplante capilar.

– ¡¡¡¡Bieeennnnn!!!