Alopecia y tintes: ¿cómo afecta la coloración al cabello?
Para ver la relación de alopecia con los tintes, veremos primero cómo se determina el color del cabello. Nuestro color de pelo está determinando genéticamente. Una célula llamada melanocito es la encargada de producir un pigmento en estudio constante llamado Melanina. La forma más común es la Eumelanina que además de dar color ofrece fotoprotección disipando prácticamente el 100% de las radiaciones UV permitiendo el resguardo de nuestra carga genética por mecanismos moleculares. Existen dos tipos de Eumelanina la negra y la café, también otra variedad de melanina es la Feomelanina que muestra una tonalidad roja o amarilla.
El color del pelo y la aparición de las canas
La modificación del color del cabello genéticamente no se puede inducir, a lo largo de la vida el tono del cabello puede cambiar como consecuencia en la calidad y cantidad de melanina, además las distintas tonalidades en una misma persona según áreas anatómicas se debe a un fenómeno congénito llamado Heterocromía o por alteraciones nutricionales o/y metabólica. Además, existen coloraciones accidentales propias del contacto con agentes o sustancias que podrían modificar esta coloración (sol, cloro, cobre, productos cosméticos, etc.). La enfermedad o desaparición del melanocito corresponde a la aparición de las canas. Este es un signo de envejecimiento, el cual es prematuro antes de los 20 o 30 años según cada raza. También esto puede ser generado como consecuencia de algunas enfermedades con bases fundamentadas en el envejecimiento prematuro, de igual manera puede existir una desproporción progresiva de la cantidad de melanina desde la raíz hasta la estructura capilar final.
¿Qué le pasa al pelo cuando lo teñimos?
Las modificaciones cosméticas, o por medio de agentes externos pueden inducir cambios en la coloración aclarando o modificando la apariencia y el color del pelo. A lo largo de nuestra historia las canas han significado un signo de edad avanzada por lo que la tintura del pelo ha significado la modificación de este patrón. El uso de tintes ha significado un hábito establecido culturalmente, según la naturaleza de las sustancias que se usan para colorear que van desde los tintes vegetales, orgánicos, metálicos o una combinación de ambos, con variedades desde geles, shampoos, enjuagues, espumas o espray. Si bien es cierto que 9 de cada 10 mujeres usan tintes para el pelo, el porcentaje entre hombres es menor, pero cada día en aumento, básicamente por motivos de estilismo y tendencia, o como solución al cubrimiento o disimulo de las canas. Aunque el uso de tintes de manera aislada y sistemática no acarrea en un daño estructural, si es cierto que su uso indebido y la suma de este y otros factores podría generar consecuencias indeseadas. Se ha investigado sobre la relación que podría generar el uso de tintes y la calvicie, teniendo como resultados el debilitamiento progresivo de la fibra capilar, así mismo acciones químicas no esperadas sobre el cuero cabelludo lo que supondría reacciones alérgicas inesperadas o predisposición a la alteración molecular de la fibra capilar y por ende de las raíces foliculares. De esta manera, al finalizar cada fase de crecimiento o renovación folicular, el efecto es la disminución y consecuentemente la desaparición, miniaturización o alteración estructural del pelo.
Es indiscutible que un cabello sano demuestra resistencia a factores que puedan influenciar en la caída. Los cuidados propios, higiene, mejoras en el estilo de vida, alimentación, también son fundamentales en la calidad y cantidad de nuestro cabello, depende de nosotros mismo verificar la eficacia y tolerancia de algunos productos que usamos para el cabello, ya que a falta o ausencia de nutrientes específicos se podría afectar tanto interna como externamente la apariencia y calidad de nuestro cabello. Es por esta razón que debemos de verificar ciertos productos que pueden alterar la composición molecular de nuestro pelo, algunos de los cosméticos o productos capilares no ejercen acción curativa como creemos. Recomendamos que a la hora de decidir si queremos utilizar un tinte, decolorante o cualquier producto para el cabello, se tomen en cuenta el uso de productos que no alteren la barrera de defensa natural del cabello.
La capacidad hidrofóbica del cabello al agua, es un signo de salud capilar, esta capacidad se va perdiendo a través del tiempo según sea el caso, depende de las condiciones iniciales y de aquellos procesos químicos que le hagamos soportar de manera cosmética a través del tiempo Muchos productos ofrecen un resultado deseado final, pero desconocemos si poseen efectos agresivos y con daños irreparable en la cutícula capilar (gran defensora de la estructura del pelo) por lo que los efectos irreversibles como la caída y el daño al cuero cabelludo pueden ser prevenidos siguiendo hábitos saludables, y dándole a nuestro cabello un aspecto natural, siguiendo orientación especializada en coloración y cosmética capilar, un campo ampliamente usado pero poco conocido por la mayoría de consumidores.
La técnica de restauración con injerto capilar FUE, ha demostrado devolver aquellos folículos perdidos en zona maltratadas del cuero cabelludo. Una técnica novedosa y ampliamente recomendada que concede un aspecto natural y aceptable 100%. Ofrece la extracción mínimamente invasiva con disminución del riego de sangrado y rápida recuperación. Si existen zonas con alopecia en su cuero cabelludo, y existen evidencias de abuso de tintes o productos químicos, es recomendable la verificación por parte de un especialista de la raíz folicular. La ausencia verifica la muerte del bulbo piloso, por lo que no queda otra opción que una cirugía de implante capilar ya que ningún producto cosmético podrá remediar esta pérdida.