Cómo influye el estrés en la pérdida de pelo

La alopecia y el estrés producen la llamada “alopecia nerviosa”. Es un fenómeno cada vez más habitual, el modo de vida actual, con sus preocupaciones, unido a otros factores como la mala alimentación pueden contribuir. Está demostrado que en periodos de ansiedad y nerviosismo así como en situaciones de baja autoestima el cabello se resiente y empeora su aspecto, también puede haber una mayor caída de pelo de lo normal. Cabellos que se encontraban en la fase anágena (de normal crecimiento) pasan a la fase telógena (de caída) saltándose la fase catágena, sin que vuelvan a crecer nuevos pelos en el folículo piloso mientras dura la tensión.

Hay estudios que relacionan al cortisol (hidrocortisona) con esta pérdida de pelo. El cortisol es una hormona que se libera como respuesta al estrés por la glándula suprarrenal y que ahora se ha descubierto que también se produce en los folículos pilosos.

¿La alopecia Areata es lo mismo que  la alopecia por Estrés?

Aunque siempre se ha relacionado la alopecia areata al estrés, no es cierto que sea el mismo tipo de alopecia, en la areata intervienen otros factores con el sistema autoinmune en primer lugar que no están presentes en la alopecia por estrés.
Lo que sí está claro es que mientras la pérdida de cabello en la alopecia areata se produce de forma localizada en pequeñas áreas redondeadas del cuero cabelludo, en la alopecia por estrés la caída del cabello es mucho más generalizada y homogénea. El patrón de pérdida de pelo tampoco es el mismo en la alopecia por estrés que en la alopecia androgenética, donde en el caso de los hombres se verán afectadas las zonas fronto-temporal (entradas) y occipital (coronilla), mientras que el patrón de la alopecia androgenética femenina sí que guarda una cierta similitud con el de la alopecia por estrés ya que se produce de una forma difusa por todo el cuero cabelludo, aunque siempre en mayor medida por la parte superior de la cabeza, lo que le diferencia de la alopecia por estrés.

La alopecia por estrés, ¿tiene solución?

Una vez terminados los episodios de estrés, el pelo recupera el ritmo normal de sus ciclos vitales, los folículos pilosos que se habían estancado en la fase telógena pasan a la fase anágena y vuelven a producir cabellos. Los tratamientos anticaída utilizados para la alopecia androgenética no funcionarán por lo general, la aplicación de minoxidil podrá mejorar las condiciones del cuero cabelludo, oxigenándolo, al igual que el plasma rico en plaquetas, pero no veremos grandes resultados. Por supuesto, en el caso de la alopecia por estrés no está indicado el finasteride ya que este sirve para inhibir la enzima 5 alfa reductasa, que en este caso no está presente.

Lo ideal, pues, en una persona afectada por alopecia por estrés sería que recobrara su estado de ánimo. Una vida ordenada, una buena alimentación, las horas de sueño necesarias y algo de ejercicio contribuirán a recuperar la vitalidad del cabello.

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